Reforma de un pequeño dúplex en Llançà, Alt Empordà.
De dimensiones muy acotadas, se mantiene la distribución invertida, con la sala, comedor y cocina en planta primera, y las estancias de noche en planta baja. Se escogen materiales locales como la tova manual para pavimentos y revestimientos, o la piedra de Sant Vicenç para la encimera de la cocina.
Un sofá de obra distribuye la estancia principal, organizando el espacio de sala, comedor y cocina. Un gran espejo en uno de los laterales crea el efecto de un espacio más amplio. El resultado es un espacio acogedor, espacioso y luminoso, a tocar de la Costa Brava.